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Ecuador unido para levantar a los damnifcados del 16 de abril

Pedernales (Manabí):- Después de un mes del terremoto que enlutó al país, todo el Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos se activó para poder canalizar ayuda humanitaria, activación de albergues, evaluación de daños, inspecciones técnicas, envío y recepción de donaciones, abastecimiento de agua, resguardo policial y alimentación. Con voluntarios de distintas partes del país la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), sigue trabajando para animar y llevar ayuda a quienes más lo necesitan.

La SGR se ha desplegado con personal técnico y de respuesta a todas las zonas afectadas entre ellas: Esmeraldas, Chamanga, Muisne, Atacames, Jama, Junín, Calceta, Tosagua, Olmedo, Jipijapa, Puerto Cayo, Chone, Flavio Alfaro, Canoa, San Vicente, Bahía – Sucre, Pedernales, Manta, Jaramijó y Montecristi.

En el trayecto varias historias de fortaleza y unidad siguen animando a más personas para continuar prestando apoyo y atención, hasta que las comunidades afectadas puedan levantarse, entre ellas les contaremos la historia de un equipo de cocina comunitaria que viajó desde Loja para llevar sabor, color y alegría a los damnificados del 16 de abril.

Cocinando con amor para nuestros hermanos Manabas

Desde Loja este pasado 20 de mayo, se planificaba una de las ayudas más singulares por su sabor y entusiasmo, liderada por David Morocho un chef de 28 años que junto a su familia (equipo de 9 personas), viajaron hacia Pedernales en un trayecto de cerca de 16 horas, con la coordinación de la SGR y Gobernación de Loja, apoyándoles con resguardo policial hasta su lugar de destino.

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Ellos motivados por las generosas colaboraciones de los lojanos quienes aportaron con la lista de alimentos predestinados al menú que se preparía: arroz, aceite, fideos, enlatados, sal, azúcar y pan lojano que fue entregado desde el primer día a los damnificados.
David Morocho nos cuenta que era una experiencia nueva, a pesar del temor generado por los reportes de saqueos que llegaban desde los medios de comunicación y redes sociales, decidieron comenzar a repartir los kits que habían armado.
Su sorpresa fue encontrar una realidad diferente, en cada refugio a donde iban los recibían ordenadamente con apoyo policial y militar, con listas de cada familia que se encontraba alojada en los albergues armados en las calles de las distintas zonas. Llegada la tarde fueron recorriendo más zonas afectadas por la carretera y observaron más refugios en los que se veía la necesidad de la gente, sin embargo decidieron avanzar buscando llegar a uno de los poblados más cercano al epicentro, en este caso la ciudad de Pedernales.
Una vez que llegaron se dirigieron al malecón de la ciudad: «Ahí encontramos la ayuda de un Mayor de la Policía que se encontraba encargado de la zona, tal fue su entusiasmo y predisposición de apoyarnos, que inmediatamente decidimos armar nuestro campamento en dicho lugar y comenzar a cocinar». El lugar que les asignaron fue el restaurante Spóndylus, uno de los pocos que había quedado en pie, su propietaria Doña Delia les abrió las puertas y les permitió instalarse con todo los que habían llevado.IMG-20160514-WA0026
Cocinaron aproximadamente durante 8 días con la entrega de 800 a 1500 raciones diarias, es importante recalcar que hubo el apoyo de manos solidarias, de gente que quería ayudar en lo que pudiera, desde civiles voluntarios, hasta bomberos rescatistas, militares y policías, todos buscando apoyar a que la olla se llene y que los platos cocinados lleguen cada vez a más personas.
Durante estos días recibieron muchas provisiones tanto del centro de acopio como de personas que una vez que se acercaban por el lugar, decidían darles sus donaciones para poder «seguir repartiendo un plato a nuestros hermanos Manabas». De esta forma yuca y plátano nunca faltó, menciona David, »Esta es una tierra bendecida que hasta en los momentos más difíciles nos provee de alimentos».
Todo este panorama creó un ambiente solidario en el campamento que habían montado, toda esta buena energía se veía reflejada en cada ración.

Los colores de la esperanza

IMG-20160514-WA0074El último día con la ayuda de más donaciones recibidas desde la ciudad de Loja pudieron armar kits para niños que constaban de pinturas, borradores, sacapuntas y lápiz, los mismos que serían usados para colorear un cuaderno específicamente diseñado por una artista lojana para motivar y dar fuerza a los más pequeños.

El equipo de cocina comunitaria lojana, recorrió aproximadamente 10 zonas en las afueras entre barrios y refugios. Su apoyo continuará, pero debían regresar a Loja para descansar e ir nuevamente a Pedernales a cocinar un poco de esperanza para las familias afectadas. Con pena por haber dejado atrás amistades que se fueron haciendo en esta experiencia humanitaria, pero con la satisfacción de haber podido dar una pequeña ayuda a esta gente que tanto lo necesitaba David tiene una mirada de fortaleza y ánimo que solo tareas como estas nos pueden regalar.


 

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