Los deslizamientos son los eventos adversos registrados con mayor recurrencia como consecuencia de la intensidad de las lluvias. Así lo revela el último reporte del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), sobre el análisis de las emergencias vinculadas a la época lluviosa.

El reporte detalla que, entre el 2018 y lo que va del 2020, un total de 3.762 eventos peligrosos se registraron en el territorio nacional. De ese total, 2.036 casos corresponden a deslizamientos, 842 a inundaciones, 344 a colapsos estructurales, 162 a vendavales, 143 a socavamientos, 127 a aluviones, 63 a hundimientos, 36 a granizadas y 9 a tormentas eléctricas.

Como medida de mitigación del riesgo, el SNGRE elaboró mapas con información de las áreas susceptibles ante movimientos de masa, inundaciones, así como el nivel de afectación que podría provocar a las comunidades.

Estos mapas fueron entregados de manera digital a las autoridades de los Gobiernos Autónomos Descentralizados para el desarrollo de acciones, programas y planes de contingencia.

Esta información permite a los Gobiernos Autónomos Descentralizados la toma de decisiones para la ejecución de medidas estructurales, tales como la implementación de presas, diques, aliviaderos, limpieza de canales, tuberías y sistema de alcantarillado, mejora del sistema de manejo de aguas pluviales, instalación de compuertas y estanques de retención, construcción de barreras con sacos de arena, entre otros.

En el ámbito de la respuesta, el SNGRE trabaja coordinadamente con las instituciones del Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos para la ejecución de acciones encaminadas a garantizar la integridad de la ciudadanía, como lo es la entrega de asistencia humanitaria a las familias afectadas.

El SNGRE cuenta a nivel nacional con un inventario de bienes de asistencia humanitaria disponible en caso de que se presenten nuevos casos de atención ante eventos peligrosos.

Además, se realiza el levantamiento de información para la Evaluación Inicial de Necesidades por Eventos Peligrosos y el acompañamiento a los técnicos de Unidades de Gestión de Riesgos de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) para la inspección de afectaciones.